En medio al grave contexto de violaciones de derechos humanos que Colombia atraviesa desde fines de abril, una lucha histórica ha logrado avances, la del Movimiento Ríos Vivos. Más de 300 personas de las comunidades afectadas por el megaproyecto hidroeléctrico Hidroituango organizaron bloqueos pacíficos de la obra. Las protestas resultaron en la instalación de una mesa formal de negociación con Empresas Públicas de Medellín, EPM, y la alcaldía de Medellín.
Milena Flores, lideresa del Movimiento Ríos Vivos y de la Asociación de Mujeres Amarú en defensa del agua y la vida, nos comenta cuales son las expectativas en relación a este espacio de diálogo:
Pues significa una esperanza porque llevamos 12 años de lucha esperando que estas entidades oyeran de primera voz a las comunidades afectadas y nunca se había dado esta oportunidad: que se pueda decir con nuestras palabras, nuestra verdad, de que fue un proyecto de muerte, fue un proyecto que lo hicieron por encima de las comunidades, fue proyecto que lo hicieron mal desde el principio y nosotros con nuestra verdad, con nuestra palabra queremos demostrar esto.
Pero nosotros, nuestras expectativas es que se puedan resolver todas las afectaciones que hay en el territorio o a lo menos mitigar tantas afectaciones como es el derecho al trabajo, el derecho a la libre movilidad, a un ambiente sano, a la verdad con justicia social y ambiental. Para nosotros perder el bosque seco tropical y perder el río Cauca que era nuestra empresa, nuestro sustento diario porque era la que nos daba el alimento como el pescado.
Llevamos más de 12 años en esta lucha, esperando que la verdad salga a flote y que algún día este megaproyecto sea desmantelado, desmantelado con la verdad y desmantelado por todos los daños ocasionados en el territorio. Este megaproyecto no es viable porque puede ocasionar un desastre total. Porque cuando llegan estos megaproyectos a nuestros territorios, no llega el desarrollo como no lo hacen creer, llega un desastre, llega la muerte, llega el sufrimiento para las comunidades que viven asentadas en los territorios.
Entonces nosotros como movimiento ríos vivos nuestra expectativa de estar sentados y que hayan soluciones y soluciones inmediatas a mediano y a largo plazo. Queremos que todo salga bien, pero bien a favor de nuestras comunidades que son las que han padecido todo este señalamiento, toda esta persecución, toda esta estigmatización por este megaproyecto de muerte.
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