“Un estatus para todos”: las canciones de protesta se mezclaron con el repiqueteo de la lluvia este domingo por la tarde, en la Place du Canada, donde cientos de personas desafiaron el mal tiempo. Están pidiendo un programa federal de regularización para todos los 1,7 millones de inmigrantes que viven en Canadá con un estatus precario o sin estatus.
Este es el caso de Nina, que prefiere mantener su nombre en secreto por miedo a represalias. Llegó a Quebec desde Colombia con su hija, ha estado esperando un estatus por más de cinco años. Limpieza, construcción, hostelería: «Trabajé en todas partes, pero siempre debajo de la mesa», explica la madre monoparental. No tengo otra opción, tengo que pagar mi alojamiento y alimentar a mi hija. »
«Es mucha ansiedad y miedo. Cada día es un desafío”, continúa, al no ser una opción regresar a su país natal. Su vida diaria es la de unas 500.000 personas indocumentadas en todo Canadá, privadas de servicios básicos, como el acceso a la atención médica o la protección de los derechos.
“Cuando no tienes estatus, eres como un muerto que vive entre los vivos. Contribuyes a varias esferas de la sociedad, sin poder participar”, argumenta por su parte Mamadou Konaté, quien reside en el país desde 2016. Mamadou fue considerado inelegible para la residencia permanente debido a su actividad política en Costa de Marfil. El actualmente enfrenta un aviso de deportación y es posible que deba abandonar el país el 30 de septiembre.
En 2020, en el momento más álgido de la pandemia, Mamadou era un trabajador de mantenimiento en un centro de cuidados de larga estancia, y sin embargo quedó excluido del programa de regularización para los «ángeles guardianes», ya que no estaba trabajando directamente con los adultos mayores.
“Nunca se puede definir el programa de inmigración, señala Mamadou, también co-portavoz del Centro de Trabajadores Inmigrantes (CTI). Es como un programa camaleónico: puede cambiar en cualquier momento. Es muy estresante. »
Por su parte el diputado Andrés Fontecilla menciono: “Acuso al primer ministro François Legault de haber llevado a cabo un programa de regularización extremadamente restrictivo, que solo afectó a unas pocas personas entre los cientos, incluso miles de personas que trabajaban en el sistema de salud, que arriesgaron sus vidas durante la primera ola de COVID”. Andrés Fontecilla, quien se sumó a los manifestantes, junto a otros miembros de su partido.
“Queremos que el gobierno de Quebec combata la xenofobia y presione al gobierno federal para la regularización de los estatus ”, suplica a su vez Samira Jasmin, organizadora del evento y militante de Solidad sin Fronteras.
Varios migrantes y organizaciones miembros de la Red de Derechos de los Migrantes se reunieron en el centro de Montreal, en un contexto de música, canciones y esperanza. La protesta se llevó a cabo como parte de un día de acción pancanadiense para exigir que la regularización de los inmigrantes indocumentados sea “completa, inmediata y totalmente inclusiva, sin exclusión ni discriminación”. Otras manifestaciones se llevaron a cabo simultáneamente en otras partes del país, incluso en Ottawa, Miramichi y Fredericton.
El movimiento cuenta con el apoyo de más de 480 organizaciones de la sociedad civil, incluidas la Liga de los Derechos y las Libertades, la Federación de Mujeres de Quebec, Médicos del Mundo y FRAPRU.
La situación de la mujer
“Si todas las personas sin estatus tienen condiciones de vida y de trabajo extremadamente difíciles, es aún peor para las mujeres”, lamenta Susana Ponte Rivera, trabajadora social del Écho des femmes de la Petite-Patrie. Ella informa que las mujeres migrantes y sin estatus a menudo son víctimas de acoso psicológico o sexual en el trabajo y no pueden presentar una denuncia por temor a represalias.
“Es una situación particularmente precaria. Si tienen problemas con su empleador, por ejemplo, no pueden hacer valer sus derechos o tienen miedo de hacerlo, so pena de ser expulsadas”, agrega Jasmin de Calzada, vocera de la Organización de Mujeres de Quebec Filipinas (PINAY).
Una situación que se ha vuelto familiar para Nina a lo largo de los años. “Estar en Canadá sin estatus nos da inmediatamente la etiqueta de criminal, cuando este no es el caso”, explica. Es una cuestión de sistema y burocracia. »
De 1960 a 2004, Canadá tuvo una serie de programas de regularización, el más importante de los cuales fue el Programa de Rectificación de Estatus creado por el Primer Ministro Pierre Elliott Trudeau a principios de la década de 1970. Durante la pandemia se lanzaron regularizaciones más exclusivas para solicitantes de asilo que trabajan en el sector salud
Más recientemente, el Primer Ministro de Canadá le pidió al Ministro de Inmigración y Ciudadanía, Sean Fraser, que explorara formas de regularizar el estatus de los trabajadores indocumentados en Canadá para poner en marcha un nuevo programa.
Le Devoir Sarah Rahmouni 19 / sep/ 2022
