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Colombia : Comunicado público lider campesino de Montes de María

“Solo quiero vivir para seguir luchando por mi pueblo y mi territorio”

Soy Geovaldis González Jiménez, campesino sembrador de yuca, ñame, aguacate, de agua, de vida. Líder comunitario, docente rural, defensor de los derechos humanos y ambientales de mi pueblo y mi territorio. Miembro activo de la caminata Étnico Campesina de Montes de María, de la Plataforma OPDS, de la Mesa permanente por el derecho al agua y  jamás he dejado solo al municipio de El Carmen de Bolívar en la lucha contra las diferentes violencias armadas, entre ellas las de reconocidos carteles de corrupción que históricamente lo han desangrado, dentro de los cuales están personajes muy importantes de las casas políticas del Departamento de Bolívar, que día a día buscan apoderarse más de este hermoso territorio. Desde todos estos espacios he expresado públicamente mi inconformidad por el abandono estatal en el que se encuentran nuestros territorios rurales. Nos hemos movilizado en muchas oportunidades por nuestros derechos, por la discriminación de nuestros pueblos campesinos y étnicos, por el despojo y la privatización de nuestros recursos naturales y de nuestras tierras de producción agroalimentaria. Mi lucha no ha sido individual, es colectiva.

Hoy 30 de Marzo de 2021, cumplo un mes de haber salido de mi tierra amada Montes de María. Ya viví el DESPLAZAMIENTO en tres momentos; en el año de 1997, el 2 de marzo de 2005 y hoy 16 años después se repite la historia el mismo día y mes. En 1997 y el 2005 tuve que salir por la violencia que vivía el país; las comunidades rurales vivíamos en medio de combates y enfrentamientos entre Paramilitares – Guerrillas – Fuerzas militares, y muchos hacíamos como el burro de carga, entrábamos y volvíamos a salir, buscando proteger nuestra vida y la de nuestras familias. El conflicto lo viví en carne propia, porque esas amenazas y persecuciones de los grupos armados al margen de la ley y del mismo Gobierno, se la hacían a la persona que más quiero en este mundo, a mi madre,  quien desde su labor como docente rural fue resistente y puso todo en manos de Dios por que era una persona de bien, lo que le dio la oportunidad de que hoy este contando su propia historia. Hoy se repiten las amenazas conmigo, su hijo, y el dolor vuelve a embargar su corazón, y yo sin poder hacer nada para detener su nostalgia, para calmar su preocupación. Mi corazón y mi alma están destrozadas porque la amenaza, fue directamente hacia mí, hacia mi trabajo comunitario y mi liderazgo social.

Me pregunto, ¿Cómo lograr que respeten la vida de quienes con tesón y entrega trabajamos por nuestras comunidades?  Pueblo mío, no dejemos que sigan matando la esperanza que significa el trabajo comunitario. Recordemos que es desde ahí, que hemos logrado mejorar nuestras vías, conseguir la electrificación y los acueductos rurales. Son los procesos sociales los que hemos logrado que nuestras comunidades campesinas y étnicas sean visibles para el mundo, que se detengan muchos proyectos dañinos para nuestros territorios. Son los líderes y lideresas, quienes de la mano con nuestro pueblo hemos logrado construir paz en medio del abandono estatal y las más crueles de las violencias.

Estoy de manos atadas, impotente, sin poder hacer nada, solo comunicarle a las autoridades, que mi vida y la de mi familia corre peligro, todo esto solo por ser persona de bien, DEFENSOR DE LOS DERECHOS HUMANOS Y AMBIENTALES de nuestra gente y nuestro territorio. No sé justifica que hoy desde la institucionalidad solo se den llamaditas sin soluciones, y en el caso de la Gobernación y la Alcaldía de El Carmen de Bolívar hayan dejado en el olvido esta situación en el transcurrir de este mes.

Sólo me queda poner todo en manos de Dios, como mi madre en tiempos pasados, pues es el quien sabe que me guían el amor, el sentido de pertenencia y el empoderamiento que tengo por mi gente y mi territorio, y que los seguiré haciendo hasta mi muerte.

Sabemos que la problemática de los líderes sociales o defensores de Derechos Humanos es que somos la piedra en el zapato de muchos gobernantes porque en muchos casos los obligamos a través de resistencias civiles, enmarcadas en la ley, a cumplir con sus obligaciones constitucionales porque no actúan en favor del pueblo. En Colombia no se pueden contradecir las malas acciones de las administraciones en las tres Ramas del Poder Público, porque resultamos ser “líderes mala leche” según nos señalan reconocidos periodistas de los medios regionales. Hemos enfrentado demandas por defender bienes públicos como el Distrito de Riego.  Es decir, por todos los medios la institucionalidad y el sector privado buscan difamar, desacreditar y deslegitimar al liderazgo, con el fin de tener a una sociedad sin VOZ y DOMINADA, para tener un pueblo sumiso y cabeza inclinada esperando que se impongan las decisiones de los Gobernantes sin derecho a opinar.

Somos una voz colectiva que seguiremos trabajando para que Montes de María siga siendo reconocida como una DESPENSA AGRICOLA y un territorio ambientalmente protegido.

Por todo lo anterior pido que cese la guerra que está llegando nuevamente a nuestros territorios, que se protejan nuestras comunidades y sus liderazgos. Exijo se brinden las garantías necesarias para que mi familia y mi gente estén a salvo. Les recuerdo son las comunidades étnico campesinas que habitan los territorios rurales los que necesitamos ser escuchados. Exijo se valoren los mecanismos expuestos en la ley 975, la 1448, los Acuerdos de Paz y la constitución Política, donde el pueblo y sus víctimas tienen la prioridad.  Hago un llamado al Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas – SNARIV –, a la Comisión de Seguimiento de la Ley 1448 de 2011,  la Comisión de los Acuerdos de Paz, a la Cooperación Internacional, a la Corte Suprema de Justicia para las garantías de No Repetición, a la CEV y a la JEP, para que impulsen diálogos y medidas integrales para el territorio de los Montes de María. No podemos vivir nuevamente los horrores de la guerra.  

Yo no sé hacer más que acostarme y dormirme con el canto melódico de las ranas, grillos y la luz de las luciérnagas, levantarme con el apasionante y exorbitante canto de las guacharacas, gallos, y demás aves que madrugan junto conmigo. Acalorarme con el humor y el sentir de las vacas, los mulos, caballos, burros, perros y cerdos.  Al medio día, relajarme un poco con el sonido de los árboles, el canto melancólico de los monos aulladores y los monos tití, los chupa huevo, las minas. En la tarde subirme a los ensillos o cerros a mirar mi hermosa tierra y su naturaleza, el diálogo de la brisa con los árboles, y que mis ojos y mi mente se deleitan. De allí volver a la calma, y dormido soñar con mi gente y mi territorio, y todo lo que junto con mis compañeros y compañeras líderes, estamos haciendo para mejorar nuestro entorno y la calidad de vida de nuestra gente.  Sin esos líderes que me llenan de fuerzas, gallardía, berraquera, sentimiento, sensibilidad, empoderamiento, porque son ellos la razón de ser de mi liderazgo para seguir en la lucha por la permanecía digna en nuestros territorios, son esos líderes y lideresas quienes muchas veces me contradicen, me hacen caer en cuenta de errores, pero también muchas veces me aplauden, me exaltan, me engrandecen y que en conjunto hacemos grandes cosas.

Hoy me siento como un pez fuera del agua, soy un campesino fuera de sus Montes de María, sin mi campo. Con lágrimas en los ojos en todo momento y con el corazón partido y nostálgico, pienso en que si he de morir que sea en mi territorio defendiendo los Derechos de nuestros pueblos rurales. He dejado todo: mi tierra, mi territorio, mi gente, mi naturaleza, mis animales, mi agua, en fin, mi VIDA. Aquí donde me encuentro sólo estoy en cuerpo, no resisto esta inclemencia, no resisto este calvario, que desdicha de vivir en un mundo como este, de donde no soy yo, y más cuando nos Gobiernan indolentes, malvados, y que solo quieran cosas a título personal y no por lo que son Elegidos, “POR EL PUEBLO Y PARA EL PUEBLO», pero cambian la razón de ser de la CONSTITUCION, “POR EL PUEBLO Y PARA ELLOS».

Nuestra consigna se ve empañada por la desesperanza y la ingobernabilidad, estamos en un momento de inconstitucionalidad, pero sigo diciendo:

“VAMOS PUEBLO CARAJO. EL PUEBLO NO SE RINDE CARAJO”

POR LA PERMANENCIA DIGNA EN NUESTROS TERRITORIOS RURALES

 

Las siguientes organizaciones nos unimos a este llamado que refleja la situación de los diferentes liderazgos en Colombia:

  • Espacio de organizaciones de población desplazada, étnico y campesina – OPDS Montes de María.
  • Mesa permanente por el Derecho al Agua el agua en Montes de María
  • Equipo de Comunicación Rural de OPDs Montes de María
  • Corporación Desarrollo Solidario
  • Proceso Pacífico de reconciliación e integración de la Alta Montaña
  • Red de Mujeres Salaeras Resistentes en el Territorio
  • Consejo de Comunidades Negras Eladio Ariza
  • Planeta Paz
  • Estrategia Colaborativa en Colombia por la Garantía de los Derechos a la Tierra y al Territorio
  • Centro de Investigación y Educación Popular – CINEP/Programa por la Paz
  • Dejusticia – Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad.
  • Pablo Abitbol Investigador y columnista
  • Grupo Regional de Memoria Histórica UTB
  • Amaranto Daniels Puello. Investigador social y Académico
  • Organización por la defensa de los Derechos de los Ciudadanos -ODDC-
  • Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento -CODHES-
  • Comisión Intereclesial de Justicia y Paz
  • El Despertador
  • WoMin African Alliance / Alianza Africana WoMin
  • Green Advocates International (Liberia) / Asociación de Abogados Ambientalistas de Liberia
  • Arab Watch Coalition for just development (AWC) / Coalición Regional de Arab Watch para un Desarrollo Justo
  • Witness Radio -Uganda
  • Federación por la Autodeterminación de los Pueblos Indígenas de Payaguay