Publicado por Earthworks
El pueblo xinka exige que Pan American Silver cierre definitivamente la mina Escobal en Guatemala.
Estimado Michael Steinmann, presidente y director ejecutivo de Pan American Silver,
El 8 de mayo de 2025, el pueblo xinka celebró una rueda de prensa en la plaza central de la ciudad de Guatemala para anunciar su decisión sobre el futuro de la mina de plata Escobal de su empresa. Sus recientes declaraciones a los inversores y los documentos presentados por la empresa reconocen que este evento tuvo lugar, pero convenientemente omiten mencionar el mensaje que transmitió el pueblo xinka.
Tras un exhaustivo análisis de los impactos ambientales, culturales y sociales previstos de la reapertura de la mina, y en medio del acoso y las amenazas contra los líderes xinka, el pueblo xinka denegó su consentimiento para la mina Escobal. Subrayaron el fracaso del Gobierno guatemalteco a la hora de garantizar sus derechos a un medio ambiente saludable, al agua, a su lengua, a su identidad, a su cultura y a su territorio. Al denegar su consentimiento, los xinka exigen el cierre definitivo de la mina Escobal.
La decisión del pueblo xinka no podría ser más clara.
Sin embargo, Pan American Silver sigue actuando de mala fe y tergiversando el proceso como si se tratara de una negociación para reabrir la mina. La última presentación corporativa de la empresa se refirió a la consulta como un «proceso de diálogo formal para alcanzar acuerdos entre los principales participantes en el proceso: las comunidades indígenas xinka, el MEM y PAS Guatemala (filial de Pan American en Guatemala)».
Pero este no es el caso. La consulta ordenada por la Corte Constitucional obliga al Gobierno de Guatemala a obtener el consentimiento libre, previo e informado del pueblo xinka para reabrir la mina, de conformidad con los derechos de los pueblos indígenas reconocidos en el derecho internacional y la jurisprudencia.
El proceso es entre el pueblo xinka y las autoridades guatemaltecas. Y a pesar de las amenazas a su seguridad y bienestar durante todo el proceso de consulta, el pueblo xinka no ha cedido. Siguen teniendo claro que su «no» no es negociable y que se debe respetar su autodeterminación.
Imponer la mina sin el consentimiento del pueblo xinka reavivará el conflicto que empañó los primeros años del proyecto. Los líderes comunitarios sufrieron una intensa represión, ataques violentos y persecución legal. El Gobierno ordenó el estado de sitio militar para garantizar el inicio de las operaciones a mediados de 2013. Desde que comenzó la consulta, las amenazas y el acoso han persistido, incluyendo ataques con disparos y el asesinato de Noé Gómez. Otros, entre ellos el expresidente del Parlamento Xinka, han tenido que huir del país con sus familias para garantizar su seguridad.
A medida que el proceso de consulta llega a su fin, Pan American Silver debe retractarse públicamente de sus declaraciones engañosas y, en su lugar, cerrar definitivamente la mina Escobal. La empresa debe respetar los derechos inherentes del pueblo xinka a la tierra, el territorio, un medio ambiente saludable y la autodeterminación.
Fuente: https://act.earthworks.org/page/87881/petition/1
